Guatemala es considerado uno de los países más pobres de América Latina, con un alto nivel de desigualdad de ingresos y una gran economía informal. El país tiene un PIB per cápita de alrededor de 4.600 dólares y una parte importante de la población vive por debajo del umbral de pobreza.
La economía de Guatemala depende en gran medida de la agricultura, siendo el café, el azúcar, el plátano y el cardamomo las principales exportaciones. El país también tiene una industria turística en crecimiento, particularmente alrededor de las antiguas ruinas mayas y atracciones naturales como el Lago Atitlán y el Parque Nacional Tikal.
A pesar de cierto crecimiento económico en los últimos años, Guatemala todavía enfrenta desafíos importantes, como altos niveles de corrupción, un estado de derecho débil y una falta de inversión en infraestructura y educación. Estos factores contribuyen a las luchas económicas actuales del país y obstaculizan su capacidad para reducir la pobreza y mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos.